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La misionera valenciana María Rosario Francés ofrece su testimonio en la Font de la Figuera

La parroquia Natividad de Nuestra Señora de la localidad valenciana de La Font de la Figuera, que celebra en la actualidad su Año Santo Jubilar, recibió la visita de la religiosa misionera María Rosario Francés, que trabaja desde hace 17 años en Benin, donde ha regresado sin “miedo a contagiarse” del virus del ébola que afecta a los paises vecinos, según ha afirmado la propia religiosa durante su estancia en la parroquia.

María Rosario Francés compartió su testimonio ante la feligresía en uno de los primeros actos organizados con motivo del Año Jubilar, que conmemora el patronazgo de la Mare de Déu dels Xics. Durante su intervención, la religiosa, que lleva 26 años como misionera en África, afirmó que no le importaría contagiarse de enfermedades como el ébola “porque la vida no me pertenece. Si hay un necesitado me tengo que entregar a él y si el Señor me pide la vida, bendito sea, porque habrá sido su voluntad”, según han indicado fuentes parroquiales.

Benín no sólo cuenta con graves problemas sanitarios y nutricionales, es además, “uno de los países más pobres de África”, según las mismas fuentes, que aseguran que la religiosa regresa con “muchas ganas” de continuar con su misión.

Con motivo de su visita, la parroquia organizó una colecta especial para colaborar con la labor de la misionera quien aseguró que “su única vocación ha sido ayudar a los más necesitados porque es el don que Dios le ha dado”, según las mismas fuentes que han añadido que durante su estancia en la localidad la religiosa visitó a sus familiares y realizó los requisitos para obtener el jubileo.


Sor María Rosario Francés Mora

María Rosario Francés Mora, religiosa terciaria capuchina nació en 1938 en Fontanars dels Alforins, localidad cercana a la Font de la Figuera donde reside su familia. Hizo su profesión solemne el 29 de Septiembre de 1957 y fue destinada a Meliana durante un año, después a Valencia, Montiel, Benaguacil, Montaverner y Albalat de la Ribera dedicándose, sobre todo, a la enseñanza infantil. Más tarde partió a Suiza, donde permaneció durante ocho años, también dedicada a la enseñanza de la infancia con niños de familias españolas que residían allí por cuestiones de trabajo. Posteriormente fue trasladada a Italia durante cuatro años donde desempeñó la misma labor.

Durante ocho años permaneció en la República Centroafricana, concretamente en la Misión Católica de Markunda, dedicada tanto a la enseñanza, como la enfermería y el cultivo de la tierra. Después fue destinada a Africa Occidental, a Benin, donde permanece actualmente después de diecisiete años, por la mañana atendiendo una escuela infantil y por la tarde instruyendo a los jóvenes en materias como costura, peluquería, manualidades y economía de subsistencia, entre otras. El contacto permanente con la pobreza y las situaciones extremas de penuria le movieron a crear un hospital y una farmacia para dispensar medicinas, atender a los niños desnutridos al borde de la muerte y a las personas desahuciadas, según las mismas fuentes.

Fuente: Archidiocesis de Valencia