Confer Coval

Carta a los Abuelos

Carta del Sr. Cardenal Arzobispo de Valencia

Muy queridos y admirados hermanos y hermanas, los abuelos de nuestra Diócesis.

Muy pronto, el 26 de este mes de julio, D.m., celebraremos la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús, porque fueron los padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Jesús, de quien viene todo amor, toda verdad, todo perdón, toda misericordia y sabiduría; ellos son vuestros patronos, los patronos de la ancianidad, los patronos de los abuelos que este año vais a celebrar con especial realce y sentido jubilar por decisión muy propia del Papa Francisco, que tanto os quiere y tan cercano se siente a todos vosotros, no solo por su edad, sino por corazón de padre que tan dentro os lleva. Y el día anterior, fiesta de Santiago, Patrono de España, celebraremos el día jubilar de los abuelos que nos ha encomendado el Papa Francisco a todos.

Hace unos años, mantenía una conversación confidencial con un señor muy importante, de gran relieve, con influjo claro y bastante decisivo en medio nuestro y de allende de nuestra fronteras, en la que me decía confidencialmente: “lo más importante que he hecho en mi vida –y mira que había hecho cosas importantes a lo largo de su vida- es transmitir la fe a mis nietos y enseñarles a rezar el “Padre nuestro”. El día que murió, ante el lecho de su muerte, ante sus restos mortales, tras rezar un responso, con el Padre Nuestro me confesaba con dolor y gozo uno de sus nietos: “¡Cuánto agradezco a mi abuelo que me enseñase a rezar el Padre Nuestro.

Esta anécdota, que, sin duda, podemos encontrar en tantas y tantas otras personas, importantes o del montón, nos reflejan la grandeza y el valor inmenso de los que sois los abuelos y que de vosotros hayamos recibido el gran regalo de la fe, y de poder invocar el nombre del Señor llamándole: “Padre”, porque es verdad lo que nos habéis transmitido: que somos “hijos” de Dios. ¡Gracias, gracias y gracias!. Pedimos por vosotros, y que Él os premie vuestros trabajos, vuestra entrega, vuestros sufrimientos, siempre en favor de los demás, de vuestros hijos, de vuestros nietos. Que en el Día Jubilar de los abuelos recibáis todo el amor de los vuestros y el reconocimiento de toda la sociedad y de la Iglesia, de las parroquias, que os debiéramos valorar todavía más y mejor en cuanto sois y en cuanto hemos recibió de vosotros. Un abrazo a todos, con mi oración y bendición para todos, y con el ruego de que en todas las parroquias y en todas las comunidades os llegue esta carta y se hable de vosotros y se difunda el suave perfume de vuestras obras. Y a vosotros como parte importantísima que sois de la Iglesia, os sintáis de verdad Iglesia, parte activa de la Iglesia, que le sigáis aportando la riqueza que sois y le pidáis aquello que necesitáis: atención pastoral, acompañamiento, oración por vosotros y por vuestras necesidades, compañía sin dejaros solos nunca. De nuevo, un gran abrazo y que Dios, que es buen pagador y paga siempre, os pague todo, con creces, como Él sabe y puede hacerlo. Felicidades en vuestro día y que vuestros patronos, san Joaquín y Santa Ana, os protejan y defiendan siempre.

 

+Antonio Cañizares Llovera

Cardenal-Arzobispo de Valencia